Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que tantas veces estuvieron a punto de cancelarse y fueron aplazados por un año para julio y agosto de 2021, serán recordados como los primeros Juegos de la era moderna reprogramados por una pandemia y sin público en sus tribunas.
Por el estado de emergencia decretado para la capital de Japón ante el aumento de los casos de coronavirus y por miedo a la variante Delta, de rápida propagación, el primer ministro Yoshihide Suga impuso una restricción para que no haya público en eventos entre el 12 de julio y el 22 de agosto.
Si bien había prohibido el público extranjero con varios meses de anticipación, ante un rechazo de buena parte de la población a la realización de los Juegos en Tokio, sobre el público local no hubo definición hasta último momento. Los bares y restaurantes no podrán servir bebidas alcohólicas y deberán cerrar antes de las 8 de la noche, además de que todos los sitios públicos para espectadores fueron clausurados.
Desde que se celebraron los primeros Juegos de la actualidad, en Atenas 1896, hasta ahora, solamente en tres ocasiones (Berlín 1916, Tokio/Helsinki 1940 y Londres 1944) se suspendieron a causa de las Guerras Mundiales, nunca por una pandemia.
El alemán Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), ratificó -el 24 de marzo de 2020- que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se llevarían a cabo entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021 «con o sin coronavirus». Este cambio de fecha fue anunciado en conjunto por el COI y el gobierno japonés, después de muchas amenazas de suspensión.
Los próximos Juegos, además de ser los primeros en contexto de pandemia, serán los de mayor equidad de género en la historia: casi el 49% de los atletas participantes serán mujeres, según la asignación de cuotas del COI, además de la exigencia de que los 206 Comités Olímpicos Nacionales (CONs) tengan al menos una atleta y un atleta en sus respectivos equipos olímpicos. Además, las banderas de los 206 CONs y el Equipo Olímpico de Refugiados del COI deberán ser llevadas por una deportista mujer y un atleta hombre en la Ceremonia de Apertura.
También serán los JJ.OO. más caros de la historia. Cuando Tokio fue elegida como sede en 2013, se calculó que los Juegos costarían un total de 7.300 millones de dólares. El aplazamiento llevará al presupuesto a casi 16.000 millones de dólares.
La inversión necesaria para garantizar todas las medidas sanitarias exigidas, la devolución de entradas, la reserva de las sedes y el transporte, la prolongación de los contratos del personal del comité de organización y la renegociación de los acuerdos con los patrocinadores son costos adicionales de los que se harán cargo el Comité Organizador, el Gobierno Metropolitano de Tokio y el Gobierno de Japón.
A pesar de las esperanzas por la vacunación contra el coronavirus, aunque en Japón apenas el 15% de la población recibió las dosis necesarias, los organizadores implantaron un paquete de medidas muy estrictas para evitar la propagación de la Covid-19 entre deportistas y delegaciones, como el flujo constante de entradas y salidas en la Villa Olímpica, pruebas PCR obligatorias para todos cada cuatro días y una red de transporte olímpico específica para quienes participen en Tokio 2020.
Bach señaló que la vacuna no sería obligatoria, aunque sí recomendable. Los competidores llegarán cinco días antes de empezar su actividad y se irán de la Villa Olímpica dos después de terminar su participación.
Los Juegos se seguirán llamando Tokio 2020, aunque se hagan en 2021, y será la segunda vez que la capital japonesa organiza los Juegos (fue sede en 1964). Las fechas de los próximos JJ.OO. no cambian: en 2024 serán en París y en 2028, en Los Ángeles.
Habrá un total de 339 eventos, 33 deportes y 50 disciplinas. Habrá cinco nuevos deportes (béisbol/softbol, karate, skateboarding, escalada y surf) y 15 nuevos eventos dentro de los deportes existentes, como básquet 3×3 y BMX estilo libre.
En Tokio 2020 se utilizarán 43 sedes. El Nuevo Estadio Nacional, utilizado en 1964 y reconstruido, será el estadio principal para el atletismo y las ceremonias de apertura y clausura, con 68.000 localidades vacías y el mundo mirando por TV.